sábado, 18 de octubre de 2014

El peligro de las bebidas energéticas

¿Quién de nosotros no se ha tomado una bebida energética para concentrarse mejor la noche antes de un examen? o ¿quién no intentó aguantar hasta el amanecer gracias al poder de estas bebidas? Si tú eres uno de ellos, deberías saber algunos datos sobre estas bebidas estimulantes.

Un estudio realizado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en el año 2013 advierte que el 26% de adultos entre los 18 y los 65 años consumen bebidas energéticas; entre menores de 3 a 10 años se consume un 15% y, finalmente, el dato más alarmante: un 59% entre los jóvenes de 10 a 18 años consumen este tipo de bebidas con frecuencia.



Ante esta elevada cifra de consumidores, la Oficina Regional para Europa de la OMS advierte que estas bebidas son potencialmente peligrosas para la salud pública. El consumo excesivo de esta sustancia se ha convertido en una preocupación para la comunidad científica, por lo que, en los últimos años, ciertos equipos de investigación han estudiado los componentes que integran.

El ingrediente principal de estas sustancias es la cafeína, encargada de alterar nuestro ciclo circadiano. Debido a su alto contenido en cafeína, provocará graves problemas para la salud   si se consume en grandes dosis, como pueden ser las palpitaciones, hipertensión, convulsiones e, incluso, la muerte. Otros de los ingredientes que componen estas bebidas son la conocida taurina o el guaraná. La taurina se conoce como un ácido orgánico procedente de procesos sintéticos en laboratorios, la cuál, presenta para el consumidor un mayor rendimiento psicomotriz y una mayor resistencia física.

Como se ha mostrado anteriormente, el perfil de mayor consumidor de bebidas energéticas son los adolescentes entre 10 y 18 años, por lo que, otro estudio procedente de un equipo de investigación estadounidense ha conseguido asociar esta elevada ingesta de bebidas y tener comportamientos de riesgo, debido a que este tipo de bebidas suelen ser mezcladas con bebidas alcohólicas.

Otra de las razones por las que los jóvenes son los principales consumidores se debe al márketing y publicidad realizados por las propias empresas, ya que, asocian el consumo de su producto a un mayor rendimiento físico y mental (que no siempre funciona y que puede conllevar a problemas de salud a largo plazo). Aún así, los fabricantes recomiendan un consumo moderado a un público adulto y no recomendado para niños o embarazadas.

Para poner fin al riesgo de salud de estas bebidas, algunos países europeos han decidido prohibir la venta de bebidas energéticas; medidas que han tomado Dinamarca, Noruega o Islandia.

Os dejamos un resumen de lo que suponen las bebidas energéticas... ¡Vosotros decidís!

   







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